
Escultura y pintura, participan
de los mismos supuestos. Los movimientos vanguardistas son más una actitud ante
el arte que una estética, que abandonará la imitación de la naturaleza para centrase
en el lenguaje de las formas y los colores. Es la hegemonía del inconsciente,
de la reconstrucción mental de la obra. Al espectador se le exige una nueva
actitud ante la obra de arte. Los estilos dejan de ser internacionales para ser
característicos de un grupo de artistas.
CONCEPTO DE VANGUARDIA
El término vanguardia ha sido uno
de los más utilizados para el desarrollo del arte en el siglo XX, sea para
definir posturas ante el arte y su papel en la sociedad, sea para ordenar el
estudio de la historia del mismo siglo.
Convirtiéndose así en un fenómeno
nuevo respecto a otros periodos de la historia, importante para comprender el
arte de nuestra época, y solo en ésta aparecen expresiones como: Arquitectura
de vanguardia, música de vanguardia, cine de vanguardia, etc.
El término es de origen medieval
y se usaba en el lenguaje militar. Ya en el siglo XIX empezó a ser utilizado en
sentido figurado con relación al arte y, en el XX constituye un término clave
para el mundo del arte.
CARACTERÍSTICAS
Implica la idea de lucha, de
combate, de pequeños grupos destacados del cuerpo mayoritario que avanza, que
se sitúan por delante. Se manifestó como élite que se enfrentaba a situaciones
más o menos establecidas y aceptadas por la mayoría. Se enfrentaron al orden
establecido, a los criterios asumidos por las clases altas económicas e intelectuales.
Fueron movimientos agresivos y provocadores. La incomprensión inicial y la
posterior aceptación justifican su papel anticipador del futuro.
Vanguardia con relación al arte
aparece por primera vez en el primer cuarto del siglo XIX, en textos de los
socialistas utópicos. No se trataba de un grupo o de una tendencia artística en
particular, sino que el arte se presentaba en general, como avanzadilla de los
sectores fundamentales que tratan de transformar la sociedad: la ciencia y la
industria. A fines del XIX, el término vanguardia se utilizó en el vocabulario
político y antes de la primera guerra mundial pasó a ser frecuente, en la
crítica artística concretamente se aplicó al Cubismo y Futurismo.
Con la aparición del “Manifiesto
Comunista de 1848 “, surgieron también manifiestos artísticos, que a modo de
declaración pública recogía los propósitos de actuación, en ocasionas con
términos y lenguaje contundente, al igual que los documentos políticos. En este
sentido el “Futurismo” será el más paradigmático, redactando manifiestos
dedicados a la literatura, pintura, escultura, arquitectura, música, cine.